“El Vaquilla”,Juan José Moreno Cuenca, y el barrio de la Mina.

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Juan José Moreno Cuenca, “El Vaquilla”, fue un icono de la delincuencia juvenil en la España de los años 70 y 80. El barrio de “La Mina”, barrio barcelonés al que se le asocia, se considera, aún hoy, una de las zonas más peligrosas de la ciudad. En ambos casos se conoce más el mito que la realidad. No te animo a que pasees por La Mina a las 11 de la noche, pero sí a que te liberes de tus prejuicios.

“El Vaquilla” creció en el Camp de la Bota. Un poblado chabolista ubicado donde hoy está el “Fórum” de Barcelona. Murió con 42 años en el Hospital de Can Ruti de Badalona. Se dice que vivió en “La Mina”, pero lo cierto pasó más tiempo entre rejas que en aquel barrio, que por cierto, pertenece a Sant Adriá del Besós y no a Barcelona.

Otro dato curioso es que Juan José Moreno Cuenca murió de cirrosis hepática. Se lo llevó por delante los carajillos y no la heroína de la que fue adicto. “El Vaquilla” representa a ese tipo de hombres que intentaron huir de la marginación por los medios que tenían a su alcance.

Inanuguramos con El Vaquilla nuestras sección: Vidas Criminales?

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El entorno.

En los años 60 y 70, las grandes ciudades de este país se llenan de millones de trabajadores que acuden a ellas en busca de una vida mejor. Una parte de esos trabajadores llegan con una mano delante y otra detrás. Algunos no tienen lugar donde alojarse y se construyen una barraca ilegal a las afueras de la ciudad.

A mediados de los años 70, España se ve golpeada por la crisis del petróleo. Los países árabes se niegan a vender crudo a los países europeos que apoyaron a Israel en la guerra de Yom Kipur. El desarrollismo industrial franquista no aguanta el primer enviste internacional. Los obreros que viven aún en chabolas, los más precarios, subsisten con trabajos eventuales mal pagados. Muchos incursionan en la delincuencia.

En 1983, en España hay 22 millones de parados. Solo un 27% de ellos tienen derecho a algún tipo de subsidio o prestación. El 60% de los parados tienen menos de 25 años. El sistema educativo presenta importantes carencias. Un 25% de los menores de 15 años se encuentran sin escolarizar. Los jóvenes que viven en el extrarradio se organizan en pandillas, pasan casi todo el día en la calle y descubren en la delincuencia una forma rápida de salir de la miseria.

Las pandillas no eran exclusivas de “La Mina” de Barcelona, o de Vallecas en Madrid. Raúl, un vecino del barrio de Torrero de Zaragoza, que vivió en aquella época, comenta que en la capital aragonesa había pandillas callejeras en los barrios de “La Paz”, “Las Fuentes” y “San José”.

Se dice que en 1978 llega la heroína a España. En 1983, con el PSOE de Felipe González en el gobierno, desembarcan en nuestro país grandes cargamentos de heroína de gran pureza, por el puerto de Bilbao. La situación la describe el director de cine Eloy de la Iglesia en sus películas “El Pico” y “El Pico II.” La adicción a esta droga hace que los delitos aumenten y que sean cada vez más temerarios. La heroína no solo afectará a los sectores más marginales. Se extenderá entre buena parte de la juventud.

El Vaquilla, el personaje.

“El Vaquilla” se hace popular por su habilidad para conducir coches robados, escapando de la persecución de la policía. Lo hace cuando aún era un niño de 9 años. Para pilotar los coches tenía que utilizar cojines para llegar a los pedales. Pero, sobre todo, su fama se debe a que el director de cine José Antonio de la Loma pretende contar su vida en las películas “Perros Callejeros” y “Perros Callejeros II”. Son estas películas las que relacionan al Vaquilla con el barrio de La Mina.

Durante su estancia en prisión, Juan José Moreno Cuenca se sacará las carreras de Periodismo y de Derecho, y escribirá su autobiografía “El Vaquilla, hasta la libertad”. Libro que utilizará para desmontar algunas leyendas que sobre él había vertido el cine y para denunciar las injusticias que se daban en el sistema penitenciario español. El libro se centra en describir las condiciones sociales en las que se dan los hechos, algo que las películas tratan de puntillas.

El Vaquilla participó activamente en varios motines celebrados en la cárceles españolas, exigiendo mejores condiciones de vida para los reclusos. Su libro servirá de base para el guión de la película “Yo, el Vaquilla”, dirigida nuevamente por José Antonio de la Loma en 1985. Año en el grupo de rumba “Los Chichos” le componen una canción en la que lo retratan como una especie de Robin Hood de los pobres.


Las películas del Vaquilla.

Aunque Juan José Moreno Cuenca, el “Vaquilla” se conviritió en un mito cinematográfico en los años 70 y 80, solo llegó a participar en una película, personalmente. “Yo, el vaquilla”, rodada en 1985.

Juan José Moreno propone hacer esta película con la intención de derribar las leyendas que se habían creado sobre su persona, a través del cine y de las noticias que publicaban los mecios de comnicación. Juan José supervisa con detenimiento el guión, inspirado en su autobiografía escrita en la cárcel, puesto que con este film pretende dar la imagen de una víctima de las condiciones sociales que le tocó vivir, y no la de un criminal sin escrúpulos.

Para rodar “Perros Callejeros” y “Perros Callejeros II”, el director quiso contar con la presencia del “Vaquilla”, pero debido a los periodos intermitentes que este pasaba en prisión, tubo que sustituirlo por un joven del barrio de la Mina, Ángel Fernández Franco, alias “El Torete” para que encarnara al “Vaquilla” en la gran pantalla.

En 1995, el director Jose Antonio de la Loma, vuelve a retomar el personaje del “Vaquilla” en la película “Tres días en libertad”, en el que relata un permiso carcelario que vivió Juan José Moreno Cuenca en sus últimos años de vida, cuando ya tenía 35 años. En esta ocasión, para interpretar al “Vaquilla” recurre a Joan Bentallé, un actor profesional de cine y televisión.


El barrio de la Mina. Donde vivió El Vaquilla.

El barrio de la Mina.

En una operación de limpieza de la imagen de la ciudad, las autoridades de Barcelona construyen un gueto exprés en apenas 3 años para reubicar a las familias desalojadas de los núcleos chabolistas del Camp de la Bota, Somorrostro, Can Antúnez y las laderas de Montjuic. Las obras se inician en 1969 y en 1975 ya viven en el barrio 15.000 habitantes. La gestión del barrio se le adjudica al municipio de San Adriá del Besos, aprisionado entre Barcelona y Badalona, ayuntamiento que llevaba décadas reclamando espacio para poder expandirse.

El barrio, sobre todo en su segunda fase, se construye con materiales baratos (bloques de hormigón armado) y sin ningún tipo de servicios. Poniendo en marcha un ejemplo de barraquismo vertical, esta vez construido por las autoridades. El barrio no tenía ni escuelas, ni ambulatorio y algunas calles estaban sin alumbrado público y sin asfaltar.

Desde el 1972 los vecinos inician una serie de movilizaciones con las que van consiguiendo algunos servicios. En 1978 efectúan una huelga general. Años más tarde el barrio se ve salpicado por la heroína, el sida, el paro y por la obstinación por convertir la Mina en el patio trasero de Barcelona. Aquel que esconde lo que los poderes públicos y privados no quieren que se vea.

Juan José Moreno Cuenca “El Vaquilla” y el “Barrio de la Mina” fueron un ejemplo de lucha zigzagueante, en las peores condiciones posibles, sepultada por la fama que se cierne sobre ellos.   


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1 comentario en ““El Vaquilla”,Juan José Moreno Cuenca, y el barrio de la Mina.”

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