Varias asociaciones de mecánicos exigen al gobierno poder jubilarse a los 60 años con todos los derechos. Hablamos con Juan Fuster, mecánico de camiones y presidente de AMESA (Asociación de Mecánicos y Electricistas de Sector de la Automoción), una de las organizaciones que están impulsando esta campaña.

Todo esto se da en una época donde día sí y día también se cuestiona el sistema público de pensiones. Donde la receta más manida es retrasar cada vez más la edad de jubilación, como si esperaran que muchos trabajadores se murieran en su puesto de trabajo.
¿Por qué deben jubilarse los mecánicos a los 60 años?
Hombre, las razones están ahí. Me refiero a las condiciones de penosidad y toxicidad, que son las que alegamos y las que nos encontramos en nuestro ambiente de trabajo, diariamente e históricamente.
Los humos de los motores diésel están reconocidos como agentes cancerígenos del grupo 1A. El máximo posible. Y lo están desde 1921.
Las condiciones en las que se desarrolla nuestro trabajo, sobre todo en los mecánicos de vehículos industriales y autobuses, son muy dañinas para la salud. Y luego hay otros aspectos, como el de la penosidad, que es una reivindicación histórica del sector.
Lo que nosotros aportamos, aparte de la documentación necesaria, son los nuevos datos que hay sobre las emisiones diésel y la sensación de falsa seguridad que transmiten las nuevas tecnologías en estos motores.
Porque con ellas, no suelta ese olor que echaba para atrás el gasoil, pero la toxicidad sigue ahí. Ahora, con los sistemas anticontaminación, no se notan los gases, pero los efectos para la salud son incluso peores, porque se concentran todas las emisiones en un catalizador que llega al taller averiado y suelta todo ese hollín cerca de las instalaciones donde estamos trabajando.
Estáis lanzando esta reivindicación cuando la edad de jubilación se ha subido a los 67 años, y donde hay voces que hablan de prolongarla hasta los 71. ¿Por qué crees que sucede esto?
Lo que nosotros vemos en nuestro trabajo es que uno de los aspectos por los que se alarga la edad de jubilación es porque no hay relevo generacional. Es un problema muy serio, mucho más importante de lo que podamos creer. En determinadas profesiones, ya no es que no se encuentren profesionales, sino que no hay relevo para reemplazar a los trabajadores actuales. Es un problema que se va agudizando día a día.
Aquí hay dos aspectos. Uno es el que ellos dicen, que es para garantizar que se pueda sostener el pago de las pensiones. Que eso hay que ponerlo en cuarentena, porque llevan diciendo lo mismo desde hace no sé cuánto tiempo. Que no hay trabajadores en activo cotizando suficientes para pagar las pensiones actuales, cuando de lo que no hablan nunca es que lo que aumenta es la productividad.
Y que si no se pueden garantizar esas pensiones es porque los sueldos son muy bajos y la contribución y el pago a la Seguridad Social es cada vez menor. Esto está abriendo un agujero en las sacas de las pensiones, en el origen de los salarios y en el origen de las cuotas a la Seguridad Social.
Pero hay otro aspecto que pasa más desapercibido, y es el que nosotros planteamos como asociación de todos los mecánicos en general, autónomos y asalariados. Porque el tema del relevo generacional es un problema de primer orden y no tiene solución si no se toman las medidas adecuadas.
¿Pero hay una Formación Profesional (F.P.) de automoción, no? ¿No cubre la demanda del sector?
No, no la cubre. Hay varias cuestiones. Una es que la mecánica ya no tiene esa llamada que tenía antes, por diferentes aspectos sociales. No es un oficio que llame la atención. Sigue teniendo esa imagen de sucio, de pesado, hasta de un poco timo, porque las facturas de los talleres son muy altas.
La cantidad de jóvenes que se dedican a estudiar F.P. de automoción ha bajado, y las ofertas laborales dentro de la formación han aumentado. Me explico, ahora no solo te dedicas a reparar coches, motos y camiones. Puedes encargarte del mantenimiento de naves industriales, de la reparación de patinetes, de la reparación de electrodomésticos…
Hay un abanico mucho más grande de lo que es la reparación de vehículos o la reparación electromecánica, que es la especialidad a la que nos dedicamos los mecánicos de vehículos industriales.
La diferencia de sueldos es ninguna y la diferencia de salud es mucha. No es lo mismo desplazarse a un polígono a trabajar en vehículos que emiten gases contaminantes cancerígenos y trabajar con aceites de motor usados, que también son cancerígenos para la piel, que arreglar patinetes eléctricos, que apenas entraña riesgos para la salud
En la mecánica cada vez hay más especialización. Antes, un mecánico empezaba sabiendo cómo funcionaba el motor y trabajaba con el mismo motor durante toda su vida profesional. Ahora mismo, los motores que conoció un mecánico que empezó su vida profesional en el 2000 no tienen nada que ver con lo que hay ahora. En el 2000 estaba la normativa Euro 1, y ahora estamos en la normativa Euro 6, que es completamente diferente. A parte de la informática que se ha introducido en todo el trabajo.

La campaña de reducción de la edad de jubilación, la lanzáis a AMESA, que es la Asociación de Mecánicos y Electricistas del Sector de la Automoción. Cuéntanos un poco qué es la asociación, a quién va dirigida y cómo funcionáis.
La asociación nació de varios compañeros que, por las circunstancias de nuestro oficio, habíamos coincidido en determinados momentos, pero que con el tiempo habíamos cambiado de taller.
Este oficio es relativamente pequeño, nos conocemos todos, sobre todo los mecánicos de camión y autobús. Eso permitió que pusiéramos en común nuestras preocupaciones. Con estas preocupaciones solo hay una solución, o seguir hablando de ellas en la barra del bar, que era lo que estábamos haciendo, o crear una asociación para defender nuestros derechos.
La decisión que tomamos este grupo de compañeros de Madrid, Barcelona, Valencia, Mallorca, fue constituirnos como asociación profesional, que es el único vehículo apropiado para que las demandas de todos nosotros (trabajadores autónomos y trabajadores por cuenta ajena) pudieran tener un cauce.
Los mecánicos somos un sector minoritario dentro de todos los convenios donde estamos: Transporte, metal, sector manufacturero, construcción, residuos urbanos, transporte de mercancías y de viajeros… Hay muchísimos sectores donde nuestra profesión existe, pero el peso que tenemos dentro de esos convenios es mínimo. Aunque, numéricamente, somos muchos. La manera de poder atender a la particularidad de nuestra profesión era crear una asociación profesional.
Luego, sí que hay vínculos organizativos a través de organizaciones sindicales, porque muchos de nosotros estuvimos trabajando en los comités de empresa o como delegados sindicales. Pero si queríamos dirigirnos a todo el sector, la forma organizativa debía ser otra.
Desde AMESA estáis impulsando otras reivindicaciones. Una de ellas es el tema de la financiación. ¿En qué consiste?
Estamos apoyando a las asociaciones empresariales que están reivindicando que el sector de la automoción no es únicamente la fabricación, también incluye la reparación y el mantenimiento de vehículos.
¿Qué es lo que pasa? Que cuando se otorgan las ayudas por el PERTE, de vehículos eléctricos, unos fondos europeos destinados a la transformación de sectores estratégicos, se entregan únicamente a las grandes empresas fabricantes de vehículos, pero no así a los talleres que deben repararlos, y que también necesitan hacer una inversión en nuevos equipos.
En España se están destinando 300.000 millones a los PERTE. De ellos, a la automoción le corresponden unos 30.000 millones de euros. ¿A dónde ha ido ese dinero? En exclusiva, a los fabricantes de vehículos.
Lo que es el sector de mantenimiento y reparación de vehículos se le ha excluido, literalmente.
Los fabricantes son al 99 % capital extranjero, cuando el mantenimiento y la reparación de vehículos son al 90 % capital nacional.
La discriminación es muy alta. Las consecuencias que están teniendo es que haya un atraso en lo que son las capacidades de los talleres a la hora de abordar el enorme reto de la transformación al vehículo eléctrico. Y, por supuesto, el reto de poder reparar la cantidad de vehículos que hay, en un parque cada vez más envejecido.
Volviendo al tema de la reducción de la edad de jubilación. Otros sectores como el transporte o las enfermeras también exigen jubilarse a los 60 años. ¿Os habéis planteado contactar con ellos y unir vuestras luchas?
Sí, precisamente esa es la clave de la que queremos tirar.
Una vez se publica el nuevo real decreto donde se concreta el procedimiento para poder solicitar que se tenga en consideración los coeficientes reductores, que es difícil hasta explicarlo, nos damos cuenta que aplicarlo a una profesión concreta es una yincana burocrática.
En última instancia, depende todo del Ministerio de la Seguridad Social, que no es el ministerio que tiene la capacidad para poderlo abordar el tema con criterios de salud, sino que los criterios que utiliza son los económicos.
Ha desaparecido la capacidad de actuar de oficio de la inspección de trabajo… Es imposible que un sector que quiera abordar esta reclamación pueda acceder a los datos que son necesarios para poder justificar su petición. La Seguridad Social te dice que tienes que presentar la solicitud con datos, pero los datos los tienen ellos y no los hacen públicos.
En este sentido, creemos que la única manera de poder hacer fuerza es juntándonos todos los colectivos: Las Kelys, las trabajadoras de los cuidados, los buzos, los conductores de ambulancia, las enfermeras, como decías, los mecánicos, los transportistas y un montón de sectores que han estado organizándose y llevando una campaña por poder jubilarse en unas condiciones dignas.
Desde Expediente Abierto seguiremos muy de cerca esta lucha de los mecánicos.
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