La navidad no es segura. El niño Jesús está en peligro. Todo sobre el secuestro del niño Jesús en los belenes de España. ¿Vandalismo juvenil o ineficiencia de las autoridades? ¿Tú, qué opinas?
Con apenas un año de diferencia se han producido dos robos de figuras en belenes municipales que siguen un modus operandi similar. Uno en San Vicent de Raspeig (Alicante), hace unos días y otro en Barberá del Vallés (Barcelona), hace justo un año.
En ambos casos, dos jóvenes se llevaron la figura de la calle, grabaron un video pidiendo un rescate y lo colgaron en Tik Tok. Su intención no era dañar la estatua. De hecho, en Sant Vicent de Raspeig la devolvieron junto a un contenedor, al lado del belén, dos días más tarde.
En ambos casos, los videos del rescate se hicieron virales. Este parece ser el único fin de las fechorías, ganarse su minuto de gloria. Los departamentos de delitos informáticos de sendas policías locales han actuado con rapidez: descubriendo a los autores del secuestro, deteniéndolos y poniéndolos a disposición judicial.
Estas son dos historias navideñas.
El secuestro del niño Jesús de Alicante.
San Vicent de Raspeig es un pueblo situado a pocos kilómetros de la ciudad de Alicante. Es conocido por albergar el campus de la universidad. Allí cada año, el ayuntamiento planta un nacimiento en una plazoleta, en la confluencia entre las calles Pintor Sorolla y Lillo Juan; en el centro del municipio. Con la figura del niño Jesús, la virgen María, la mula y el buey.
Este año, 2023, cuando llevaba pocos días plantado el belén, dos jóvenes de la localidad se acercaron en coche a la plaza en la madrugada del viernes 15 de diciembre al sábado 16. Llevaban sudaderas blancas con capucha, que les cubría la cabeza y una braga negra que les tapaba hasta la nariz. Uno de los jóvenes, el que estaba en el coche, grabó desde su teléfono móvil la sustracción de la estatua en plena calle.
Una vez en casa de uno de los dos jóvenes, grabaron un video, enseñando al niño Jesús sobre una cama y pidieron un rescate de 2.000 € a la policía municipal, para devolver el niño sano y salvo. Poniendo en evidencia lo desprotegido que estaba el niño en plena calle.
El video lo colgaron en Tik Tok y a las pocas horas se hizo viral. A partir de ese momento la policía municipal puso en marcha un dispositivo para descubrir a los autores del acto vandálico.
La noche del domingo 17, la figura del niño apareció en perfecto estado, colocada con cuidado en el suelo, junto a un contenedor de recogida de papel, a la vista de los viandantes, en la misma plaza donde está colocado el belén.
Al día siguiente, dos agentes de la policía municipal se personaron en el domicilio de los agresores. Dos jóvenes de 19 y 21 años, vecinos de la localidad.
El secuestro del niño Jesús de Barberá del Vallés.
Esto sucedió hace justamente un año. Se supone que todo arranca cuando el Periódico de Catalunya publicó un pequeño video-reportaje, en el que se contaba como la policía municipal de Barberá recogía cada noche la figura del niño Jesús del belén municipal y lo custodiaba en comisaría hasta la mañana siguiente. En el reportaje se decía la hora exacta de la recogida.
La noche del 29 de diciembre del 2022, un joven cubierto con gorro y braga negra, se acercó al belén municipal, montando sobre un patinete eléctrico y se llevó la figura del niño Jesús, unos minutos antes de que pasara la policía a recogerlo.
Ya en su casa, junto a otro amigo, también encapuchado, grabaron un video en el que decían: “Esta noche el niño Jesús no duerme en comisaría, no es un criminal.” El video lo colgaron en Tik Tok y pidieron un recate de 8.000 € por devolver la figura.
En este caso, la policía fue más rápida y a la mañana siguiente detuvo a los artífices del robo y recuperaron la figura. Se ve que investigar el perfil de Tik Tok les puso sobre la pista.
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Parece que el secuestro del niño Jesús se está convirtiendo en una tradición. En los dos casos descritos, los hechos fueron cometidos por jóvenes sin antecedentes penales, Jóvenes normales y corrientes que solo querían hacer una trastada para pasárselo bien.
Ambas acciones levantaron revuelo y dieron lugar a todo tipo de comentarios en las redes sociales. Más que poner de manifiesto el carácter incívico de una parte de la juventud, que no tiene respeto ni por las figuras sagradas, lo que evidencia es la desprotección de los ornamentos navideños. Cualquier persona, sin demasiado esfuerzo, puede robarlos.
Si tanto preocupa a las autoridades que se comentan actos de este tipo, antes de multar a jóvenes de 20 años se podían plantear cómo invertir algo de dinero en proteger mejor los adornos que se colocan estos días en la calle. A lo mejor, no hay que gastar tanto dinero en iluminación y más en otras cosas.
¿Tú, qué opinas?