Las patrullas racistas que sembraron el terror en Torre Pacheco la semana pasada fueron convocadas por DTN (Deport Then Now), una organización internacional fascista que nació en Milán a principios del 2025.
La información fue anunciada en el programa de radio “La Linterna” de la cadena Cope, dirigido por el periodista de sucesos Ángel Expósito. Es interesante que esta información se proporcionara en un programa de sucesos, ya que esta rama del periodismo se caracteriza por efectuar un trabajo de investigación preliminar. Y que se hiciera en una radio como la Cope, nada sospechosa de ser de izquierdas.
Después de dejar claro que ni los agresores al vecino de 68 años, ni la mayoría de los que acudieron a vengar la agresión eran del pueblo; por tanto, no se trata de un problema de convivencia en la localidad murciana, es necesario esclarecer los hechos para que no se vuelvan a producir.
DTN, es un grupo de acción por internet con conexiones y colaboradores en la Liga Norte (Italia), Reconquista (Francia), Alternativa por Alemania, Chega (Portugal) y Revuelta (la asociación juvenil de Vox – España). Actúan como agitadores digitales, no tienen una militancia orgánica como podría tener un partido o un sindicato. Su canal preferido de actuación es Telegram, donde tienen capacidad de organizar grupos numerosos en cuestión de horas.
Para convocar la cacería de los días 15, 16 y 17 de julio crearon un grupo de Telegram por cada comunidad autónoma. Algunos de los grupos llegaron a alcanzar 1.700 seguidores.
En los canales de Telegram cuelgan pots que los seguidores pueden descargar y difundir por redes sociales o por WhatsApp, con rapidez. A los organizadores no les importa que les cierren un canal. Tienen contactos suficientes para abrir otro nuevo. Así actúa por internet la extrema derecha internacional.
Los sucesos de Torre Pacheco estaban preparados.
La misma semana en la que se produzco el ataque al vecino de Torre Pacheco, Vox se dedicó a calentar el ambiente sacando el tema de la inmigración al centro de la opinión pública. Su diputada, Rocío de Meer, declaró que había que expulsar a 8 millones de inmigrantes. Abascal y los suyos no hablaron de otra cosa en toda la semana.
El campo estaba seco. Bastaba con que apareciera un altercado en el que se vieran inmersos inmigrantes para que prendiera la mecha. Fue Torre Pacheco, pero podría haber sido El Vendrell (Tarragona) o cualquier lugar del país.
La actuación de Vox aquella semana parecía sospechosa. Todos conocemos su posición con respecto a la inmigración, pero esa inquina por sacar el tema, cuando el debate político estaba centrado en el caso Cerdán y en la corrupción, como mínimo llama la atención.

¿Quién acudió a Torre Pacheco?
En Torre Pacheco pudimos ver a Dani Esteve, el director de “Desokupa”, una empresa violenta que funciona en los límites de legalidad.
Esa misma semana, José Elias, un gurú de las finanzas, que habla de cómo hacerte inmensamente rico con las criptomonedas y con emprendimientos por internet, declaró en su blog que simpatizaba con la extrema derecha y que a veces Abascal le parecía blando. Llama la atención como un orientador financiero se le llena la boca declarando que es un fascista.
Un lector del blog, que vive en Alhama, me dijo que entre las personas que increpaban a los periodistas, le pareció ver policías de otras ciudades de Murcia. No sabemos si estaban allí de servicio y de incognito, o compartían los discursos de odio. Lo que sí sabemos es que personajes turbios como Dani Esteve declaran tener amigos entre la policía nacional y los mozzos d´squadra Y que según el periódico Voz Pópuli, el 38,5% de los agentes de policía y de la Guardia Civil suelen votar a la extrema derecha. Un dato que resulta preocupante en una sociedad democrática.

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También sabemos que había jóvenes encapuchados. En un reportaje que publicó The New York Times sobre la juventud española que vota a la extrema derecha, Iván Yaguas, un camarero de 20 años del barrio madrileño de Chamberi dijo: “Yo, como chico blanco, heterosexual y español que soy, no soy menos que una feminazi, un transexual o uno del Senegal.” Esta declaración pone de manifiesto el perfil de los jóvenes en los que arraigan estas ideas.
Pero claro, entre los dirigentes de Vox no hay camareros de Chamberí, ni trabajadores de Desokupa, ni tan siquiera policías de paisano. Iván Espinosa de los Monteros, uno de los dirigentes históricos de Vox, que ahora no está en primera línea, es un aristócrata, Marqués de Valtierra. Su mujer, Rocío Monasterio, proviene de una familia de terratenientes cubanos que huyeron de la isla después de la revolución castrista. José María Figaredo, una de las caras jóvenes del partido de Abascal, es sobrino de Rodrigo Rato, ex presidente de Bankia. Ninguno estuvo en Torre Pacheco y ninguno lo denunció.
Digamos que los proyectos de este tipo necesitan tontos útiles.
La extrema derecha son españoles de Massachusetts.
El auge de la extrema derecha en Europa y en España no se puede entender sin la intervención de Steve Bannon. Ex-banquero y ex-asesor de Donald Trump en su primer mandado.
En el 2018, el político radical norteamericano acude a Europa para crear The Moviment, una especie de internacional de extrema derecha que pretende impulsar los movimientos ultras en los países europeos y articularlos entre sí. Digamos que el nuevo fascismo en Europa es un fenómeno importado.
El sentido de esta operación tiene un doble objetivo, en primer lugar colocar a la inmigración y a movimientos contra la opresión como el feminismo, el ecologismo y la izquierda como un enemigo de los pueblos europeos. La intención es dividir y enfrentar a los trabajadores entre sí, porque una clase obrera unida es peligrosa para el poder.
El segundo objetivo y, el más importante, es debilitar a Europa para saquearla. Con problemas internos de este tipo es más fácil imponer medidas como aplicar aranceles del 30% a los productos europeos o que los estados gasten un 5% de su PIB en armamento. Armamento que comprarán a Estados Unidos y a países aliados como Israel.
Aunque a los ultras españoles se les llena la boca con la palabra “España” y van a todos lados con la banderita, en realidad son españoles de Massachusetts que en ocasiones reciben órdenes vía Italia.
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