Las empresas de mercenarios rusos utilizan, entre otros medios, páginas web para captar asesinos para Ucrania.
La noticia me llegó por casualidad. Un comentario a uno de mis artículos, escrito en ruso, hablaba de una oferta de trabajo. Al hacer clic en el enlace, te llevaba a una página web donde reclutan asesinos sin antecedentes penales para ejecutar encargos en Ucrania.
El comentario no salió publicado en Expediente Abierto. Tengo activado la aprobación manual de comentarios. Más que otra cosa porque es frecuente que entre las opiniones de los lectores se cuele Spam. Comentarios que no tienen nada que ver con la noticia y que contienen un enlace hacia otra página web. Es una técnica no muy lícita de hacer SEO. De esta manera el autor del comentario roba autoridad del blog para posicionar su página web en buscadores.
Hasta ahora me había encontrado comentarios Spam de todo tipo: Tiendas online, webs de casinos, páginas porno, pero nunca me habían colado un enlace buscando asesinos para Ucrania.
En la web de destino indican en varias ocasiones que es un anuncio serio, realizado por un empleador confiable. Subrayan que el trabajo está bien pagado y que no necesitas experiencia. La empresa se encarga de formarte, en caso de que seas seleccionado.
Según indican, el perfil de los sicarios son hombres de entre 25 y 50 años, sin ataduras familiares y que llevan una vida aislada. La urgencia por conseguir grandes sumas de dinero en poco tiempo les lleva a incursionar en el sector. El móvil no suele ser la avaricia, sino la urgencia por saldar deudas o por atender responsabilidades económicas apremiantes.
Si quieres conocer la web que ha inspirado este artículo, aquí te dejo el enlace del anuncio de trabajo.
Las empresas de mercenarios rusos.
Cuando cayó el muro de Berlín, empezaron a salir grupos de mercenarios en Rusia, formadas por antiguos militares profesionales de la URSS, que prestaban sus servicios a Estados y empresas.
El grupo más famoso de ellos es el Grupo Wagner, dirigido desde el 2023 por Yevgueni Prigozhin, antiguo Chef personal del presidente Putin. Opera como una empresa privada y llegó a tener hasta 50.000 mercenarios en plantilla. El Grupo Wagner ha intervenido en las guerras de Siria, de Libia, de Mali, de la República Centroafricana y, por supuesto, en la guerra de Ucrania. Donde las desavenencias entre la dirección del grupo y Vladimir Putin se saldaron con la muerte de Prigozhin (ex-conicero de Putin) y del comandante paramilitar Dimitri Utkin, en un accidente aéreo cuyas causas aún no se han esclarecido.
El escritor argentino Ignacio Montes de Oca, especialista en temas bélicos, remarca que Wagner no es el único grupo de mercenarios que opera desde Rusia. Ni siquiera es el más efectivo. El grupo Wagner es el que se encarga de los trabajos más turbios. Mientras que Patriot, otra empresa dirigida por antiguos militares soviéticos, interviene en trabajos más quirúrgicos. Según la televisión Doschd, de Letonia, este grupo fue el responsable del asesinato de tres periodistas que investigaban el envío ilegal de armas rusas a la República Centroafricana para proteger unas minas de oro.
Algunos de estos grupos paramilitares están ligados a oligarcas rusos. Como el grupo Potok, fundado por Gazmon, la mayor empresa de Gas Natural de Rusia. Quien además de hacer trabajos por encargo, se ocupa de proteger las bases petrolíferas de la compañía.
Otros grupos paramilitares rusos son Slavonik Corps y REDUT. Con frecuencia se publicitan en Redes Sociales, en Telegram y reclutan personal en las cárceles rusas.
El factor Virginia.
EE.UU. es el otro país donde abundan los grupos de mercenarios. Curiosamente, la mayor parte de estos grupos tienen su sede social en el estado de Virginia, donde cuentan con amparo legal y están registradas como empresas de seguridad.
En este estado se fundó el grupo Blackwater, que intervino activamente en las guerras de Irán, Afganistán y en diversos conflictos en el África Subsahariana. David Morales, fundador de UC Global, una empresa española que ya no existe y que trabajó con grupos de este tipo a nivel internacional, indica en El Periódico de España (dirigido por Pedro J. Ramírez, ex-director de “El Mundo”), que Blackwater en la actualidad no existe. Desapareció, aparentemente, tras verse envuelta en escándalos por atentados contra los Derechos Humanos en Bagdad.
Esta empresa hoy se llama Academi, y es un grupo formado por 10 empresas más pequeñas. Todas estas empresas tienen contacto directo con gobiernos de todo el mundo y se sospecha que mantienen algún tipo de conexión con la CIA.
En Virginia hay registradas al menos 19 PMC (Compañías Paramilitares). Encontramos otras empresas del sector en Carolina del Norte y en California.
La quinta columna.
A tenor de la página web que ha motivado este artículo, parece que Putin está decidido a ganar la guerra de Ucrania como sea. Para ello no duda en usar estrategias como los asesinatos selectivos en el interior del país, aprovechando el desconcierto entre la población civil.
Una táctica que ya utilizó Franco durante la guerra civil española. En su novela “Los pacientes del Doctor García”, Almudena Grandes describe como la CNT en Madrid estaba infiltrada por grupos de falangistas que realizaban asesinatos programados en las filas del ejército republicano. Lo podían hacer por el caos que se vivía en el frente y por las diferencias que había entre una parte del sindicato anarquista y el gobierno de la República. La actuación de la quinta columna facilitó la entrada de Franco en Madrid.
En este caso, parece que los grupos paramilitares rusos buscan asesinos que se puedan confundir entre la población ucraniana y que no cuenten con un pasado militar, ni con antecedentes penales, para no levantar sospechas.
Personas tan desesperadas, que no duden en sacrificar su vida por un puñado de rublos. Aunque para eso tengan que convertirse en asesinos.
Estas son las otras estrategias de la guerra. Las más sibilinas. Las que no aparecen en los medios de comunicación. Las que desvelan la verdadera cara de los señores de la guerra.
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