Expediente Abierto

Noticias de sucesos, cultura y mucho más.

Almudena Grandes y la memoria histórica.

Almudena Grandes.
Comparte.

La escritora Almudena Grandes dedicó sus últimas 5 novelas a presentar los aspectos menos evidentes de la represión franquista. En este artículo nos centraremos en su último libro: “La madre de Frankenstein”, pero todos ellos forman parte de un sano ejercicio por rescatar nuestra memoria histórica más reciente.

No son libros que hablen de fusilamientos, ni de desenterrar fosas comunes al borde de una cuneta, al menos, en sentido literal. Tratan aspectos como la represión a los homosexuales en los años posteriores al final de la guerra civil o las tramas que urdían altos mandatarios del régimen para ocultar criminales nazis perseguidos por la justicia internacional. Episodios menos conocidos, pero no por ello menos impactantes.

Publicidad Expediente Abierto

Dicen que un país que no conoce su historia está condenado a repetirla. No sé si será cierto. Lo que sí es real es que en España hay gente interesada en que no se conozca ni se hable de los 40 años de dictadura franquista. Cada vez que sale el tema, corren un tupido velo y alegan que se está intentando abrir heridas del pasado.

En Alemania a nadie se le ocurre defender abiertamente la figura de Hitler. Ni siquiera en Chile con Pinochet. Sin embargo, en nuestro país todavía quedan nostálgicos, y políticos tildados de demócratas, aquejados de una sospechosa pesadumbre, que saltan como un resorte cada vez que sale a colación el tema de la dictadura franquista.    

Descubrir lo que sucedió en aquellos 40 años negros de nuestra historia reciente es un asunto de higiene democrática. Almudena Grandes lo abordó en una serie llamada “Episodios de una guerra interminable”. Una serie de novelas inspiradas en “Los Episodios Nacionales” de Benito Pérez Galdós, donde se entrecruzan personajes de ficción con otros reales, protagonizando tramas inspiradas en hechos históricos, que desde un principio, enganchan al lector y no lo sueltan hasta el final del libro.

La Madre de Frankenstein

Manicomios de postguerra.

La novela “La madre de Frankenstein” se desarrolla en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos durante los años 50. Una cárcel encubierta, en la que se aísla a mujeres incómodas para la dictadura, y se les someten a un trato vejatorio en pro de curarlas de una hipotética enfermedad.

En aquella época, la lobotomía y el electroshock están a la orden del día en los hospitales psiquiátricos españoles. La psiquiatría nacional está cubierta por un halo de seudo-ciencia que da lugar a todo tipo de teorías peregrinas y a la invención de enfermedades mentales falsas.

En los manicomios de la época era normal encontrar homosexuales y a señoras, de buena familia, que sin saber muy bien por qué, defendieron a la república en los años 30, cuando sus familiares eran devotos siervos de Dios y de la Iglesia.

Cuenta Almudena Grandes que en los manicomios de mujeres había 4 categorías de internas. Estas categorías estaban determinadas por su origen de clase, su nivel económico y por su ideología. Cada categoría vivía en habitaciones diferentes, comían en distintos comedores, comida distinta, y rara vez coincidían.

Podías encontrar desde mujeres hacinadas en celdas colectivas hasta aquellas que disponían de una lujosa habitación individual. Un símil que, según la escritora, refleja la situación de la mujer en la España de los años 50.

Personajes históricos.

La novela “La madre de Frankenstein” está repleta de personajes históricos, que introduce la autora tras un exhaustivo trabajo de investigación. Entre estos personajes, hay dos que indican hasta qué punto de barbarie estaba dispuesto a llegar la dictadura con tal de reprimir a los elementos menos digeribles e imponer los postulados del régimen.

El Doctor Antonio Vallejo-Nájera Lobón.

 En la novela aparece como director del Hospital psiquiátrico masculino de Ciempozuelos, cargo al que llegó después de haber ejercido como jefe de los servicios psiquiátricos militares del ejército nacional.

A él se le debe la teoría del “gen rojo”. Una mutación genética que afectaba a una parte de la población española, que les llevaba a simpatizar con el marxismo y a adoptar sentimientos patológicos.

Para mejorar la raza y extirpar ese gen de la población, según él, era necesario eliminar a los progenitores que presentaran esta malformación y entregar a sus hijos a familias de bien, para que los educaran en los valores cristianos y les enseñaran a reprimir sus instintos.

El doctor Vallejo-Nájera fue impulsor del robo de niños a madres represaliadas que se efectuó durante toda la dictadura, y que posteriormente se extendió a madres con nivel adquisitivo bajo, llegando hasta los años 80.

Para llegar a sus conclusiones científicas, sometió a un grupo de prisioneros de guerra de las Brigadas Internacionales y a 50 presas republicanas malagueñas a test clínicos en condiciones de colapso físico y mental. Por ejemplo, 30 de las estudiadas estaban a la espera de ejecución.

En sus estudios determina que la simpatía con las ideas izquierdistas está ligada a la imbecilidad mental genética y a una psique torpe, sugestionable y carente de iniciativa.

El Doctor Juan José López Ibor.

Este reputado neuropsiquiatra, colaborador de Vallejo-Nájera en el psiquiátrico de Ciempozuelos, fue famoso por su terapia de rehabilitación social para homosexuales. Según él, la homosexualidad era una enfermedad mental, como la esquizofrenia. Para aprender a dominarla, sometía a los hombres gais a sesiones periódicas de electroshock y lobotomías.

En una conferencia que impartió en 1973 en Italia, recogida en la revista Interviú, decía: «Mi último paciente era un desviado. Después de la intervención del lóbulo inferior del cerebro, presenta trastornos en la memoria y en la vista, pero se muestra ligeramente más atraído por las mujeres»

López Ibor, que murió en 1991, era un gran detractor de la democracia, la cual calificaba como “matriarcado neurótico”, ya que según él, había tenido un efecto castrador sobre los hombres, rechazando la autoridad que debían ejercer, igual que haría un neurótico.

 Aunque las mujeres lesbianas también son reprimidas por el franquismo, López Ibor aplica su terapia solo en hombres. Para él, las mujeres carecen de sexualidad autónoma y sus impulsos sexuales están motivados por la función reproductiva.

Estas tesis, aunque nos puedan parecer descabelladas, ofrecían una cierta justificación científica a algunos aspectos de la represión franquista.

“La madre de Frankenstein” nos presenta algunos de los episodios más negros y menos conocidos de nuestra historia reciente.  

La Madre de Frankenstein

La madre de Frankenstein.

Escucha GRATIS, el audiolibro de la última novela publicada por Almudena Grandes.

Más información.


Comparte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *