De Almudena Grandes.
Un retrato sobrecogedor de la España de los años 50, ambientado en un manicomio de mujeres.
La historia de una mujer y un hombre que sobreviven al tiempo oscuro que les tocó vivir.
Sinopsis del libro.
El psiquiatra Germán Velázquez regresa a España en los años 50 a petición del Ministerio de Sanidad, que necesita médicos especializados para tratar la esquizofrenia. Se exilió en Suiza en 1939 porque su padre, también psiquiatra, había expresado públicamente su apoyo a la república. Cando llega a España se encuentra con un país devastado y más atrasado de lo que había dejado 10 años atrás.
En el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, donde se pone a trabajar a las órdenes de los doctores Antonio Valleja-Nágera Lobón y Juan José López Ibor reconoce a Aurora Rodriguez Caballeira, una líder feminista diagnosticada como paranoica con manías persecutorias, que había sido paciente de su padre. El joven doctor se coge el tratamiento de la interna como un asunto personal.
La auxiliar María Castejón siente fascinación por Aurora. Le parece la mujer más interesante que ha conocido en su vida. De hecho, la vieja activista le enseña a leer y a escribir, y mantiene a menudo con ella conversaciones que le hacen pensar. María ha pasado toda su vida dentro del hospital psiquiátrico. Su abuelo era el jardinero del centro.
La novela está narrada a tres voces: la de Germán, la de María y la de Aurora.
La autora.
Poco hay que decir, que no se sepa, de Almudena Grandes. Una de las plumas más brillantes y queridas de la literatura contemporánea española. Sorprendió al público en 1989 con “Las Edades de Lulú”, una novela erótica que ganó el prestigioso premio “Sonrisa Vertical”, y que Bigas Luna llevó al cine con una de las primeras interpretaciones de Javier Bardem. La novela habla de un proceso de crecimiento y liberación de una mujer a través del sexo.
Almudena no era una escritora del género, más bien ha sido siempre una todoterreno. En 1994 publica “Malena es un nombre de tango.” Una novela con tintes de thriller que cuenta la historia de una mujer, que desde niña debe guardar un tesoro de la familia del que no puede hablar. La protagonista lucha por encontrar su lugar en el mundo, en un entorno condicionado que le ha adjudicado un roll y un destino del que no está muy convencida.
Durante años Almudena Grandes escribió una columna en “El País Semanal” y participo como contertulia en programas de radio de Onda Cero y Cadena Ser. Ganó el Premio Nacional de Narrativa en el 2018.
Defensora de la libertad, con una clara posición ideológica de izquierdas y admiradora de escritores clásicos como Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós, decide orientar sus últimas novelas a investigar sobre la sociedad real durante el franquismo para comprender mejor la realidad social española actual, y descubrir situaciones que el poder se ha empeñado en ocultar siempre.
“La novela más intensa y emotiva del ciclo de los Episodios de una Guerra Interminable.”
El País.
“La madre de Frankenstein se ocupa de aspectos de la dictadura que apenas había tratado la ficción narrativa, como el poder de Vallejo Nájera y López Ibor.”
Infolibre.
“Al estilo de las obras de su admirado Galdós, por La madre de Frankenstein desfilan 117 personajes, de los que siete son reales, tras un riguroso trabajo de investigación.”
eldiario.es
El crimen delirante de la activista feminista que estremeció a la II República.
Aurora Rodríguez Caballeira, la protagonista principal de “La madre de Frankestein” fue en la realidad una filósofa y teórica reconocida del feminismo durante los años 20 y 30 del siglo pasado. Abogaba por conseguir una mujer libre y autosuficiente, que no dependiera de ningún hombre. Para ello había que formar a las próximas generaciones de mujeres en esos valores.
Fiel a sus principios, Aurora tuvo una hija como madre soltera de padre desconocido, a la que llamó Hildelgart. La filósofa se encargó personalmente de su mantenimiento y formación, creando una mujer culta, intrépida y adelantada a su tiempo. Para Aurora era su mayor contribución a la causa, la plasmación material de sus planteamientos.
Hildegart comienza a militar en las Juventudes Socialistas desde muy joven y se enamora de un diputado del ala más izquierdista del PSOE. Aurora presiente que todo su trabajo se va disipando. Su hija pasa cada vez más tiempo con su novio y comparte sus mismos postulados. No defiende un discurso propio. Según la madre, se ha convertido en una mujer ligada a un hombre, no en una persona independiente.
Después de que la relación entre madre e hija se fuera deteriorando, una noche Aurora mata a su hija de 18 años mientras duerme. Le pega tres tiros en la cabeza y uno en el corazón.
El asesinato salta a los medios, pero Aurora jamás reconoce que haya cometido ningún crimen. Piensa que su hija es su creación, y como autora tiene todo el derecho a destruir su obra si no está satisfecha. Igual que un escultor puede romper la estatua que ha creado.
Tras ser juzgada, la conocida feminista es internada en el hospital psiquiátrico. En la novela de Almudena Grandes se recogen sus últimos años de vida. La filósofa, con una buena parte de sus facultades mentales activas, continúa escribiendo, pero no se arrepiente en ningún momento de su crimen. Finalmente muere de cáncer y es enterrada en una fosa común en las inmediaciones del Hospital psiquiátrico de Ciempozuelos.
En mi opinión, Almudena Grandes hace una crítica a los planteamientos más esquemáticos y dogmáticos del feminismo y de la izquierda, pero no lo coloca al mismo nivel que la represión franquista. Para ella, Aurora era una mujer interesante, pero enferma. Al final será una víctima del franquismo como buena parte de la sociedad española de aquella época.
Pingback: Almudena Grandes y la memoria histórica. - Expediente Abierto
Pingback: Trabajadores terroristas en el Mercadona. - Expediente Abierto
Pingback: Niños para la guerra - Expediente Abierto
Pingback: Comanchería: la pasión contra el destino - Expediente Abierto