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Andrés Lopera Sánchez, el escritor que dejó su despacho en la banca para convertirse en guionista de cine.

Andrés Lopera Sánchez
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En sus 25 años dedicados a la redacción profesional, el escritor colombiano Andrés Lopera Sánchez ha participado en 90 proyectos entre guiones para cine, series y documentales.

Entre algunos de sus últimos trabajos esta el guion de la película “Guayabo” y  el de la serie infantil “La lucha de los Mockarts”  

Hablamos con él sobre la redacción de guiones para el sector audiovisual.

Preparando la entrevista vi que provienes del mundo de las finanzas y de la banca. De ahí diste el salto a dedicarte en exclusiva a la redacción de guiones.
¿Cómo fue tomar esa decisión?

Mira, hay un hecho previo que es importante decirlo. Yo soy el hijo menor de una familia en la que somos cuatro hermanos.  Mis tres hermanos mayores, dos hombres y una mujer, son artistas, y  son unos cracks. Cuando iba a tomar la decisión de qué estudiar, preferí no irme por el camino artístico. Tenía la vena de la escritura muy fija en mi mente, pero decidí no tomar ese camino para no andar por una vía ya transitada. 

Pero el camino empezó a tomar fuerza y en un momento determinado, como digo yo, un poco burlándome de mí mismo, tomé la decisión más irresponsable de mi vida.

Dejé a un lado una carrera en el sector financiero, en el mundo de la banca, en la que a mis 30 años ya me había generado posiciones importantes, como vicepresidente comercial, que me habían llevado a trabajar a Nueva York.

Esta decisión, básicamente, fue motivada porque entre el 98 y el 99 me senté a escribir de manera juiciosa un libro. Lo autopubliqué con mis recursos, y cuando lo lancé al público, la sensación que tuve fue más grande que cualquier otra cosa que había vivido hasta entonces,

Ahí tomé la decisión de que yo quería que mi vida fuera contar historias. Regresé de Nueva York para trabajar en el Lloyd´s Bank en Bogotá y un año después  y, perdón  por la expresión, boté el mundo a la mierda para dedicarme a escribir. 

En estos 25 años que llevas dedicados a la redacción en exclusiva, has escrito 90 guiones ¿Cómo consigues colocarlos? ¿Son encargos? ¿Se los vendes a los productores, a los directores? 

Mira, dentro de estos 90 guiones, obviamente me encantaría que todos estuvieran vendidos, pero no, hay guiones que son por encargo. Esa es mi principal fuente de ingresos.

Hay otros guiones que voy escribiendo, y finalmente los añado a un inventario de proyectos. Un inventario muy, muy grande en el que voy buscándoles la mejor forma para ubicarlos dentro de la industria,

 Ahí, por ejemplo, estoy en este momento armando una potencial alianza estratégica con una casa productora, pero siempre bajo un concepto: y es yo no voy a entregar la propiedad de un guion si no me hacen un pago. En este orden de ideas tengo aproximadamente 12 guiones de largometraje, 7 de series, y otro par de guiones de series en los que están escritos el tratamiento del primer episodio, con un mapa de los otros episodios y de las temporadas. Tengo a su vez varias obras de teatro y varios libros, únicamente pendientes de finalizar. Ya sabes,  el proceso de correcciones y de trabajo editorial.

 Entonces, claro, cuando hablo de 90 guiones escritos son 90 proyectos, Te explico, ahí pongo mis libretos para obras de teatro, pongo también  libros pendientes de publicación. Ahorita en agosto-septiembre, estoy preparando para sacar un nuevo e-book que se llama “Cómo matar demonios”, que básicamente trata de  cuando al escritor le toca enfrentarse a momentos en que reina el silencio, sea porque está procrastinando, o porque tiene miedo escénico.

También, para final de año, estoy hablando con un artista gran amigo mío, pintor y escultor, para poder tener ese libro que cambió mi vida, el que publiqué en el año 2000, y hacer una reedición como e-book con toda una imagen nueva en cuanto a carátula, ilustraciones y pinturas interiores.

Hay una cosa que me llamó la atención en una entrevista que te hicieron para “El Espectador” (el periódico colombiano). Te ofrecieron ser guionista de la tercera temporada de la serie Narcos y tú te negaste. Creo que eso es un acto de integridad admirable. Explícanos por qué lo hiciste.

Mira Luis, como escritor, uno tiene su capacidad creativa. Uno tiene una magia particular y especial que está regida por todo este tema aristotélico, en el cual se habla de los actos, de un protagonista, de un antagonista, de los personajes, del conflicto.

A uno, como escritor, por más que tengas una figura como protagonista, por más que ese protagonista sea un ser asqueroso y malvado, tú tienes que hacer que la audiencia se enamore de él. Que le perdonen sus maldades, sus delitos, para que  lo puedan seguir durante toda la historia. Esto cuando sucede con un personaje de la ficción, como Walter White en Breaking Bad, hasta cierto punto se puedo entender.

Pero cuando estamos hablando de hechos reales, hechos basados en la vida real, y tomamos ese tema del narcotráfico que en Colombia provocó una tragedia social, especialmente a finales de los ochenta y a principios de los noventa, una situación de violencia, de incertidumbre tan compleja,  yo no voy a prestarme a que, gracias a la historia que yo ficciono, basada en personajes reales, alguien de la audiencia, vea con ojos comprensivos los crímenes que cometió alguien tremebundo.

Unos crímenes que yo viví, porque viví aquella época.  Yo viví en carne propia la violencia de finales de los años ochenta  y principios de los noventa en Medellín,  la ciudad donde yo nací. En ese momento Medellín era la ciudad más peligrosa del mundo.  Hubo toques de queda, asesinatos de policías, de soldados, de políticos. Mataron al gobernador de Antioquia, imagínate, a la primera autoridad del departamento. Mataron ministros. Yo me niego a escribir de esto. 

Otro de los formatos que yo no escribo es el  de la telenovela. La respeto mucho, pero yo no estoy de acuerdo con su dinámica. Una historia, quizás muy simple, que la alargas con unos mecanismos narrativos truculentos para poder enganchar a la audiencia.  Y sin que pase nada sustancial, dejarla ahí enganchada, y que vayan pasando los episodios.

Tú has escrito guiones para cine y para series. ¿Qué diferencia hay entre un guión para un formato y para otro?

Cada formato tiene un lenguaje específico. En una película de alguna forma tú llegas y tienes una pieza que es un producto de 90, 100, 120 minutos. Una pieza en la que tienes que poner la estructura narrativa aristotélica en la cual hay un inicio, un desarrollo y un final. El final puede ser abierto para poner secuelas o puede ser cerrado, pero de alguna forma todas esas preguntas que vas planteando en el primero y segundo acto se van cerrando en el segundo y tercer acto.

 ¿Para qué? Para que sea un producto cerrado, completo.

Para una serie, voy a poner este ejemplo, una que es bien compleja en su estructura: Juego de Tronos. Juego de Tronos fueron siete temporadas. Cada temporada de 12 episodios, 7 por 12 da 84, son 84 horas de pantalla.

Cuando miras una serie como Juego de Tronos, tiene múltiples líneas narrativas. Esas líneas narrativas no tienen que comenzar todas en el inicio de la serie, pueden ir comenzando en diferentes puntos. Es más, yo creo que uno de los grandes éxitos y factores de enganche que tuvo Juego de Tronos es que tenían varias líneas narrativas que iban surgiendo en diferentes episodios o en diferentes temporadas.

En resumidas cuentas, es lo mismo que el guion de cine, pero en macro. Me explico, también tenemos la estructura aristotélica de los tres actos del inicio, desarrollo y fin, pero aplicado desde lo macro. En la serie completa de 84 episodios, lo macro se refleja en lo micro, en el episodio como tal. O sea que es una cosa que tienes que replicar 84 veces, y en cada línea dramática también tienes que construir la historia de la misma forma, 

Guayabo. Guion de Andrés Lopera Sánchez.

Pelicula coproducida por Colombia y República Dominicana.

Además, como si esto fuera poco, también tenemos una característica particular en esta serie, y es que Juego de Tronos es una serie coral.

¿Esto qué significa? Que hay múltiples puntos narrativos que casi siempre son personajes en esta estructura. Son como esas casas reales, esas casas que tienen cada una de las familias, y que también va desarrollando a lo largo de la historia una estructura narrativa de inicio, desarrollo y final.

Entonces, digamos que una película de 120 minutos es un rompecabezas de 120 piezas, pero una serie como Juego de Tronos es un rompecabezas inmenso, en el cual no son 120 piezas, sino que son 84 horas. Multipliquemos por minutos, pero a su vez ese gran rompecabezas tiene como partes específicas que serían las temporadas, pero esas temporadas tienen unas partes específicas, a su vez, que son los episodios.

Es un ejercicio mucho más complejo. Un ejercicio de cuidado de detalles, de largo recorrido.

 También necesitarás un equipo mucho más completo para sacarlo adelante, porque ahí hay mucho trabajo, ¿no? 

Sí, hay mucho trabajo, y por lo general en el tema del equipo depende mucho la premura con la que tengas que entregar la serie. Muchas veces uno puede asumir el guión con un equipo corto. Pero cuando ya estamos hablando de una serie, pongo otro ejemplo, Anatomía de Grey, en la que vas moviendo varias líneas narrativas al mismo tiempo, ya es otra cosa. 

Volvamos a Breaking Bad, Se hace mucho más mucho más eficiente tener equipos de trabajo, y que esos equipos de trabajo cumplan labores específicas de acuerdo con la fortaleza particular que tenga cada miembro del equipo. En ese orden de ideas hay personas que son muy buenas estructurando, haciendo como el mapa general, hay otras personas que son buenas escribiendo diálogos, dialoguistas… Hay diferentes tipos de escritores que van a aportar mucho dentro de la estructuración de un proyecto de largo aliento como estos. Y te decía que muchas veces esto depende de la capacidad económica y de la urgencia con la que te pidan el proyecto.

La entrevista a Andrés Lopera Sánchez estaba pensada para 20 minutos y nos duró casi una hora. Esto es a penas un tercio. Si te ha gustado, próximamente presentaremos más fragmentos de este interesante diálogo donde abordaremos otros temas sobre la creación literaria.


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