Los sueños son un canal de comunicación del subconsciente con el yo consciente. La aparición de familiares y amigos difuntos en nuestros sueños es más habitual de lo que pensamos. Por lo general, esa presencia es positiva.
Se llaman sueños de visitación aquellos en los que aparece un familiar o amigo fallecido como si fuera un personaje más de la historia. Suele presentarse de una forma vital, moviéndose, hablando con nosotros, manifestándose tal y como lo recordábamos en sus mejores momentos.
Nuestros difuntos queridos nos transmiten calma. Tal vez aparezcan en el sueño para darnos un mensaje, o para infundirnos fuerza en el momento que tenemos que tomar una decisión importante. Existe la idea extendida de que nuestros antepasados actúan como una especie de alma protectora que velan por nuestro bienestar desde el lugar en el que se encuentran. Una especie de ángeles de la guarda. Obedece a la idea de que nuestros difuntos no han muerto. Viven en nuestra mente, y de una forma o de otra, los integramos en nuestra vida.
La interrelación entre los muertos y los vivos forma parte de la cultura popular. En México, por ejemplo, cada víspera del día de reyes, el 5 de enero, se realizan los rituales de los 3 reyes. Una ceremonia mágica que conecta el mundo de los vivos con el más allá, para traernos bendiciones y buenos propósitos para el año que comienza.
En la famosa película “Volver”, de Pedro Almodovar, el personaje que hace Carmen Maura, que presumiblemente está muerta, se le aparece a sus hijas, interpretadas por Penélope Cruz y Lola Dueñas, para protegerlas en un momento complicado de sus vidas. Con forme avanza la historia se descubre que Carmen Maura no está fallecida. Que fingió su muerte el día en que murió su marido y que desde entonces se ha estado moviendo por el pueblo haciéndose pasar por un fantasma.
La hija pequeña, Lola Dueñas, se sorprende al ver el espíritu de su madre, pero termina aceptándolo como algo natural. Y es que en La Mancha, la región de la que procede Almodovar, los muertos conviven discretamente con los vivos. Con sus seres queridos. No es extraño que un manchego comente en petit comité que se ha cruzado con su padre fallecido en el pasillo de su casa y que al verlo le ha dado un vuelco el corazón.
Nadie lo va a admitir en público. Sería como propagar a los cuatro vientos que está loco, pero forma parte de la cultura oculta del lugar. Una creencia que, de alguna manera, se va transmitiendo de generación en generación.
Dicen los psicoanalistas que en los sueños las cosas no son lo que parecen. Que se te aparezca un difunto en un sueño no es más que la forma que ha adoptado un mensaje que te quiere transmitir el subconsciente. Siento contrariarte, pero tu abuela fallecida no ha contactado contigo en sueños. ¿O sí? Lo dejo a la libre interpretación del lector.