El volcán Popocatpetl lanzando ceniza sobre Puebla.

Desde México. Colaboración de Antonio Madrid. Periodista y colaborador de Telexico (Televisión Local).

Estos días el volcán Popocatpetl se encuentra activo, lanzando fumarolas que cubren de ceniza las localidades colindantes.

Antonio Madrid, periodista de Puebla, nos envía un relato a medio camino entre la ficción y la investigación periodística que muestra como se toman esta situación los oriundos del lugar y como lo tratan algunos medios de comunicación. Un relato que desde España parece realismo mágico y que desde México es realismo cotidiano.

“DON GOYO” EL LICENCIADO VOLCÁN

Por Antonio Madrid

Don Goyo está enojado porque no se le llevó su traje de licenciado>> sentencia don Prisciliano Alatriste, hombre viejo, pero recio, tiempero del mérito Santiago Xalitzintla, pueblo de 2500 personas pegadito ahí al volcán Popocatépetl.

• ¿Cree usted? ¿Por qué lo dice?
• Pues porque lo he de decir, si nada más de saber que esos del Cenapred, Cenapres o quien sabe cómo chingaos le llaman, nomás no nos dejaron pasar para ir a hacerle su visita a Don Goyito.
• ¿Cómo que no los dejaron?
• Pues no nos dejaron. Yo me opuse, al igual que varios paisanos de por acá, pero el pendejo del gobernador o no sé quién ordenó que no nos dejaran pasar y pus no nos dejaron pasar.
• Así no más…
• ¡Así por sus merititos tompiates!
• ¡Uchale pues, eso si no estuvo bien! ¿Qué mal les hacían?
• Deja del mal que les hacíamos nosotros a quien fuera… ¡El mal que estos pensantes nos hicieron a todos!

                Desde hace unos días Don Goyo o el volcán Popocatépetl, eructa ceniza que ha cubierto no solo a Santiago Xalitzintla, sino a la ciudad de Puebla entera, que parece un polvorón de tanta arena que les ha caído. La gente no termina de entender por qué un día el volcán amanece de malas y decide comenzar a hacer erupción. <<Tosidos>> le llaman algunos. La ciencia explica que el volcán atraviesa un periodo interpliniano, dentro del cual comenzó un nuevo proceso eruptivo a finales de 1994. “En los últimos 5.000 años han ocurrido cinco erupciones plinianas, la última fue hace 1.300 años. Entre erupción pliniana y erupción pliniana ocurren erupciones de menor magnitud, que pueden ser fuertes, contener muchísimo gas, pero no son tan grandes como una pliniana”.

                Pero para don Prisciliano Alatriste, hombre viejo, pero recio, tiempero del mérito Santiago Xalitizntla, pueblo de 2500 habitantes pegadito ahí al Popocatépetl, la erupción del volcán no es más que un enojo de “Don Goyo” como también llaman al volcán, porque no se le llevó su traje de licenciado. Así se lo explica a unos reporteros de Televisa que lo entrevistan.

• ¿Cómo que no le llevaron su traje de licenciado? ¿Don Goyo quería ser licenciado o cómo o por qué? Preguntan los chamacos reporteros egresados de la egregia escuela de comunicación de quien sabe dónde, tratando de contener una mirada que, de no ser burlona, quien sabe que sería-.
• No solamente se le lleva su traje de licenciado. También su sombrero de charro. Su mole, su pescadito, su cervecita, su confeti, su acordeón y se le canta la canción que más le gusta, aquella que dice: Buenos días, paloma blanca / Hoy te vengo a saludar / Saludando a tu belleza / En tu reino celestial.
• ¿Esa le gusta?
• ¡Le encanta! Luego, luego sentimos como las vibras de don Goyito Chino Popocatépetl comienzan a subir de tono. ¡Es de que está rete contento!
• Espere… ¿Cómo es que ustedes pueden percibir dichas vibras?
• ¡Ah, pues es cosa de chamanes! ¡Cosa de tiemperos! –dice don Priciliano orgulloso de sus conocimientos ancestrales y dones otorgados desde la divinidad. Sin embargo, humilde como es, explica-: Se siente… como le pudiera decir, como cuando uno está junto a una persona contenta. No es lo mismo que cuando la persona está enojada, ¿’erdá? ¡Claro que no! Entonces eso es lo que sentimos cuando don Goyo Chino Popocatépetl está contento”- dice convencido don Prisciliano Alatriste, hombre viejo pero recio…
• ¡Ah! –exclaman anonadados los reporteros, que a esas alturas, ya no saben si están entrevistando a un viejo o a un niño, de tantas cosas que dice que para ellos parece no tener una explicación lógica…- <<Traje de licenciado, sombrero de charro, buenas vibras, malas vibras, buenos días, Paloma Blanca…

Pero la entrevista sigue.

• ¿Entonces cuando debió haberse llevado a cabo esa ceremonia?
• El merito 12 de marzo, ahí en la comunidad de “El Ombligo”, donde cada año se le va a visitar para pedirle que mande buena lluvia y se den las cosechas…
• ¿Es decir que el volcán decide si habrá lluvia o no?
• ¿Pues claro, quien más? Claro, ¡Dios nuestro Señor es el que manda todo! … Pero aquí, tenemos a nuestro don Goyo Chino Popocatépetl como mediador…

                La entrevista se lleva al estudio de televisión. Antes ha pasado ya por el tijeretazo implacable de la edición, donde se ha cuidado muy bien de quitar las palabras molestas. Eso que dijo del señor gobernador o cuando mentó madres acerca del Cenapred y su titular. No tiene ningún caso exhibir atrocidades lingüísticas hacia nadie.

                Los reporteros han cumplido su labor y están listos para coberturas varias acerca del volcán que desde hace días tiene a la gente con el Jesús en la boca. Pero se sorprenden cuando les piden que abunden sobre el tema del ritual. Curiosamente, hay gente que aún cree en eso. Y hay mensajes y llamadas al Estudio que recriminan al gobernador o a quien sea, porque no se les dejó llevar a cabo el ritual. Pronto los grupos de tiemperos del estado, esos que predicen el tiempo o el clima, se levantan en comentarios negativos hacia esa restricción <<que ahora nos tiene postrados ante tanta ceniza>> dicen con enorme dramatismo. La izquierda radical se suma. De ineptos no bajan a las autoridades.

                Entonces viene la contraorden luego de una llamada de Gobernación, cuando ya los reporteros iban rumbo a Xalitzintla a buscar más historias. <<Detengan esos reportajes. Están alborotando el avispero>> ha sido la advertencia.

                “Como si no fuera suficiente con la lluvia de ceniza que tiene sepultada a esta ciudad” ha bramado desde su lujoso escritorio un secretario de Gobernación que ha tenido que suspender su campaña para hacerse cargo, luego de que de plano el gobernador le dijo: “No chingues, ya deja de hacerte pendejo”-.

                Los reporteros se regresan, con el último diálogo que sostuvieron con don Priciliano aún fresco en sus mentes. Aquella vez que le preguntaron:

• ¿Entonces fue por eso que estamos sufriendo los embates de don Goyo Chino Popocatépetl? ¿Por eso la ciudad está llena de ceniza, con el riesgo de que pase algo peor?
• ¿Y por qué más? Yo les dije esa vez. Está bien, no nos dejen pasar, pero luego nomás no se quejen. A los desgraciados esos les pareció un juego y hasta se burlaron.
• ¿Pero qué tal ahora?
• ¡Ahora andan como locos para allá y para acá dizque tratando de evacuar y no sé qué tantas visiones! Si todo era cosa de que nos dejaran pasar a dejarle sus cositas a don Goyito, nuestro amigo, a quien conocemos desde que nacimos aquí, juntito a sus patitas. Pero no…
• Oiga Don… ¿Y si se hiciera el ritual ahora?

Esta vez don Priciliano casi se dobla de la risa. En su cara se dejan ver sus dientes chimuelos y las arrugas que de tantas que tiene se enciman unas de otras y se acentúan alrededor de sus ojos pequeños que se achican aún más con la risa.

¿Por qué se ríe? –preguntan los reporteros.

• ¿Pues es que como cree que ahora vamos a ir a hacerle el ritual? Si no es cosa de juego. El ritual se le tiene que hacer en su momento y a su hora. ¡Nada que cuando uno quiera! ¡No joven, esto no es así! ¡A don Goyo Chino se le respeta! Y si no, ahí está la prueba de su enojo. ¡Y ahora vámonos porque ya está cayendo más ceniza!