Entrevista a Iru Moner (Som Barri). Afectado del barrio de Vallcarca.
El pasado miércoles 2 de julio, un equipo de técnicos del ayuntamiento de Barcelona se personaron en 3 bloques de pisos antiguos del barrio de Vallcarca, escoltados por la policía, con la intención de desalojar a 40 vecinos (13 de ellos niños) alegando que vivían en infraviendas.
Los vecinos del barrio detuvieron el desalojo. Hemos entrevistado a Iru Moner, que vive con su familia en uno de los pisos afectados y que además es miembro de Som Barri, la asociación de vecinos que ha organizado la protesta.
¿Cómo parasteis el desalojo municipal del 2 de julio?
Mira, para explicar lo que sucedió ese día nos tenemos que remontar a hace tres semanas. Estábamos como en fecha abierta, no sabíamos si podían venir o no a sacarnos.
Lo que quiero decir es que el ayuntamiento se lo guisa y se lo come. No va por la vía judicial, utiliza su policía. La policía judicial en Cataluña son los Mossos.
Después de muchos días de presión, nos dijeron que el día 2 por la mañana teníamos que abandonar nuestras casas. Si nos negábamos, podían utilizar todos los medios que la ley les permitía.
También te decían que iban a solicitar que viniese el CUES (Centro de Urgencias de Servicios Sociales de Barcelona) para hacerse cargo de las familias vulnerables. Inmediatamente después derrumbarían los edificios.
A raíz de esta carta, que sentó muy mal a las familias y a toda la gente que vive en los tres edificios, que son los de Avenida de Vallcarca, 83; Avenida Vallcarca, 87 Bis y Farigola, 3, se empezó a organizar una resistencia a nivel de barrio.
Se implicó muchísima gente. Gente que nunca habían participado en las asambleas de Som Barri (la asociación de vecinos), gente joven, gente de les Joves de Vallcarca, del sindicato de vivienda, de las AFAS de los colegios del barrio, etc.
Empezamos a hacer vídeos y a colgarlos en Redes Sociales. Fuimos al pleno del Ayuntamiento de Barcelona, fuimos a una audiencia pública y pedimos la palabra para explicar que es una barbaridad lo que piensan haccer. Que no es de sentido común tirar tres edificios habitados, sin tener detrás un plano urbanístico y un presupuesto aprobado. No tiene sentido tirar estas tres fincas y dejar un solar vacío cinco o diez años hasta que se empiece a construir.

Iru Moner desde el balcón de uno de los edificios afectados.
Foto proporcionada por una vecina del barrio.
En el bloque del número 81 no están ni iniciados los procesos de expropiación. No han enviado ni la primera carta conforme van a expropiar esa casa. Van haciendo mordidas, quieren tirar casas, precisamente las casas especiales donde vive la gente gitana.
Entonces, lo que hicimos es mover el barrio. Movimos los hilos a nivel artístico, visitamos muchísimos barrios de Barcelona, nos pusimos en contacto con la gente del Movimiento por la Vivienda, con el Sindicat de Llogateres,… Yo me entrevisté un día con los bomberos contra los desahucios, hablamos con CAPÇALERA, trabajadores sanitarios por el derecho a la vivienda, las AFAS de las escuelas…
Hicimos todo este trabajo de fondo, con la frustración que genera que este ayuntamiento, que se dice progresista, no quiera dialogar con nadie de nosotros para encontrar una solución. Que nos niegue el diálogo y nos cierre la puerta en las narices.
Todo este trabajo ha dado como resultado que el día del desalojo se concentrara mucha gente apoyándonos. Unos dicen que llegaron a ser mil, otros seiscientos, quinientos personas delante de los edificios. Mucha gente se quedó a dormir en mi bloque la noche anterior
Háblame del plan urbanístico que hay detrás de los desalojos de Vallcarca. A vosotros os llegó una notificación municipal exigiendo que teníais que abandonar los bloques porque estaban en mal estado, pero luego parece que hay un plan urbanístico del 2002, que de repente lo ha desenterrado el ayuntamiento. Explícame un poco el problema de fondo.
Hay un plan urbanístico para Vallcarca desde la era de Porcioles, desde los años 60. Querían hacer unos viales para sacar el tráfico de Barcelona, y llevarlo a las rondas. Esto lo paramos en su momento.
Después de muchas luchas logramos una modificación del proyecto que afectaba a la parte de arriba. Lo que es la zona de Avenida Vallcarca con Gustavo Adolfo Becker, y con Farigola, o sea, lo que está tocando al puente.
Esta parte, que se empezó a debatir con el equipo de Colau, que estaba en el distrito de Gracia, se fue retrasando. Era muy difícil llegar a un consenso porque hay un lobby de propietarios de Avenida Vallcarca, que lo que quiere es que se tire la parte más popular del barrio. Así se revalorizarán sus pisos.
Y ahora el PSC, que esto es una cosa que aprobó Joan Clos, el antiguo alcalde del Partido Socialista, que actualmente es presidente de un lobby rentista de propietarios de pisos de alquiler de toda España. Este hombre fue el que aprobó este plan en el 2002. Ahora lo han cogido y han dicho que lo van a llevar adelante.
Nosotros creemos que es un plan absolutamente obsoleto, que está caduco, porque la Barcelona del 2002, no tiene nada que ver con la Barcelona del 2025.

Vivienda en Barcelona.
El ayuntamiento tiene más de 1.000 pisos vacíos.
La dificultad del acceso a la vivienda en la capital catalana.
Ahora lo que más preocupa a los ciudadanos es el problema de la vivienda. No ese urbanismo que se hacía antes de ramblas de hormigón, de avenidas grises, sin árboles. No tiene sentido.
Las modificaciones de los barrios se tienen que consensuar con todos los vecinos, con sus entidades y los partidos, atendiendo al problema principal, que en este momento es el acceso a la vivienda.
En este sentido, el PSC está cerrado en banda. Yo creo que por dos motivos. Uno, porque quiere quedar bien con este lobby de presión de la Avenida Vallcarca, y luego, porque yo creo que le debe favores a Núñez y Navarro y a las constructoras que van a hacer la nueva Vallcarca.
Justo delante de nuestras casas van dos edificios de Núñez y Navarro inmensos, con piscina, de alto standing. Y claro, queda muy mal que delante de unos pisos de lujo haya casas antiguas donde viven marroquíes y gente de clase humilde, ¿no?
¿Cómo ha terminado esto? ¿Se ha dado carpetazo al asunto? ¿Habéis aplazado los desalojos?
El Ayuntamiento, viendo la gente que había, reaccionó fatal. Vino un momento una comitiva de técnicos municipales que no nos dieron ningún papel, ni se identificaron, ni nada. Simplemente iban acompañados de un par de policías. ¡Nos trataron con una prepotencia!.
Cuando yo pedí que se identificara la técnica, porque si no, no entra en mi casa, se puso bravucona. Se enfadó mucho, la verdad es que le temblaba la mano y nos dijo algo así como que no hacía falta traer 500 personas para esto. Que se iban a los juzgados a buscar la orden judicial, que ellos tenían muy claro lo que tenían que hacer.
Entonces, lo que pasa es que se acaba la vía de la recuperación de la propiedad por parte del Ayuntamiento, por la vía administrativa, y pasamos a la vía judicial.
Ellos ahora pedirán una orden judicial para poder entrar a nuestros edificios. Al edificio de Farigola, 3, sí que le han aceptado medidas cautelares, pero en los otros edificios, en el mío, en el 83 y en el 87 bis, se ve que no.

Bloque de pisos en la Avenida Vallcarca.
Fotografía proporcionada por una vecina del barrio.
Nosotros creemos que no hay que dejar que la vía judicial llegue. Que un gobierno que se dice socialista no tiene por qué utilizar la vía judicial con los vecinos. Creo que tenemos que iniciar un proceso de diálogo.
Jaume Collboni se tiene que sentar a hablar con nosotros, por mucho que no le guste. Que el Secretariado Gitano y que la FAGIC, que es la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña, que se han ofrecido para mediar, y que creo que este mes de julio van a hablar con el Partido Socialista, impulsen el diálogo. Al Síndic de Agreus ya le hemos pedido su mediación.
También hemos hablado con el Grupo Municipal de Barcelona en Comú para que interceda. Al menos que consiga una moratoria que paralice las acciones judiciales.
Visto lo que habéis hecho vosotros, ¿Tú crees que si la gente en los barrios se une para luchar contra las arbitrariedades de los poderes públicos, se les puede hacer recular en luchas concretas?
Por supuesto. Vallcarca es un barrio muy pequeño, pero tiene un tejido vecinal y social con muchos lazos comunitarios. En población somos 15.000, 16.000 personas. Los barrios grandes lo que tienen que hacer es trabajar una densidad de gente militante, de gente organizada, con lazos comunitarios, con actividad en los locales sociales.
Si tú generas esto, puedes parar lo que sea. La gente no es consciente del poder que tenemos si nos unimos. Por eso el poder juega a dividirnos. Ahora con la extrema derecha lo que quieren es que el penúltimo se enfrente con el último y que no vayan nunca a por el de arriba.
Si podemos superar esta fase y mirarnos a los ojos los vecinos y ver que somos iguales o muy parecidos, creo que podemos parar una barbaridad del calibre de Vallcarca, pero también podemos parar un fondo buitre que quiere echar a todos los vecinos de un bloque para transformarlo en un edificio de pisos de lujo.
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