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La prohibición del libro “El odio”.

Libro ""El odio"
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Los escritores opinan sobre la suspensión de la distribución del libro “El Odio”.

He pulsado la opinión de 4 novelistas sobre este tema tan controvertido.

El último libro del escritor Luisgé Martín, editado por Anagrama, apuntaba a convertirse en un superventas. Un libro sobre crímenes. Un caso real reciente. Un estudio de análisis de conducta. Basado en entrevistas realizadas por el escritor al asesino en la cárcel, en las que el propio José Bretón reconocía haber matado a sus hijos. Todo, muy vivo. Un proyecto prometedor. Pero todo no vale con tal de hacer caja.

Al conocer la noticia de que el libro se iba a publicar, Ruth Ortiz, ex-mujer de José Bretón solicitó al Juzgado de lo penal de Barcelona la paralización de la publicación, alegando que atentaba contra el honor y la intimidad de sus hijos asesinados. En un primer momento, el juzgado rechazó la demanda. Posteriormente, la fiscalía de menores recurrió el auto y finalmente la editorial ha paralizado la distribución indefinidamente.

Mucho se está hablando estos días sobre un libro que muy pocos han leído. ¿Puede la justicia prohibir un libro? Se lo preguntamos a 4 autores: Encarna Pérez, Javier Quirce, Luis Alfredo González Pico y la joven novelista de Wattpad,  Diario Cibernoir.

Encarna Pérez (Barcelona) es doctora en psicología, máster en neurociencia cognitiva y autora de novelas de ambientación histórica como “Nacimos sin alma”, “Cuando te alcanza el miedo” o “Fuimos tantos” donde aborda el funcionamiento de la mente humana en contextos sociales e históricos determinados.

Javier Quirce, por su parte, es autor de la saga de novela negra “La Serie Steinberg” compuesta por “El extraño caso de Herman Klein” y “La sombra sobre Shanghái”. Novelas que ahora el autor está adaptando para llevarlas al cine.

Por otro lado, el escritor colombiano Luis Alfredo González Pico (L.A.G.Pico) es el creador de los techotrillers “Goliath, la venganza de los dioses”, “La odisea de Orión” y “Game Over”.

He querido terminar la consulta incluyendo a una joven novelista que publica sus obras en la plataforma digital WhatPad con el seudónimo de Diario Cibernoir. Otra generación y otra forma de escribir y de publicar.

Esto es lo que opinan estos escritores sobre el suceso que ha salpicado el panorama cultural actual en España.

La suspensión del libro “El odio”.

Cuando le pregunté a Javier Quirce qué le parecía que la justicia hubiera prohibido la publicación del libro, él fue el primer escritor con el que hablé, me dijo que en su opinión no se debería censurar ningún libro. “El público ya es mayorcito para decidir qué leer y qué no”.

Encarna Pérez opina que no hubiera tenido que actuar la justicia si ningún editor hubiera abalado la propuesta. Como eso no ha sucedido, le parece una respuesta oportuna, necesaria y positiva. Algo que aplaude en el caso de este libro.

Luis Alfredo González Pico piensa que puede haber apología del crimen. En tal caso, la prohibición está completamente justificada. Ahora bien, si se trata de una investigación imparcial, no una lavada de cara del criminal, algo que no sabemos porque no hemos leído el libro, no tiene sentido censurarlo.

Encarna Pérez afirma que si se tocan los derechos de los menores, esta acción judicial debe crear precedente. En este caso concreto, la censura no ha sido ideológica sino para proteger los derechos de las personas, evitar un sufrimiento innecesario, y frenar el lucro con el asesinato.

Sobre la protección de los derechos, Encarna opina que, en este caso, no solo se protegen a los niños y sus familiares. Nos están protegiendo a todos, evitando que este tipo de literatura pueda prosperar en un futuro. Es como hacer negocio con el morbo del asesinato.

Diario Cibernoid señala que se puede escribir y hablar sobre cualquier tema, pero, sobre todo, hay que respetar a las víctimas. Este no era el momento para editar este libro. Quizás dentro de 10 o 15 años, cuando el tiempo haya curado las heridas, cuando la distancia haya puesto un poco de perspectiva. Quizás, entonces, se pueda tratar este tema, pero, siempre, teniendo en cuenta el enfoque con el que se aborda.

Riesgo de convertirse en un Best-Seller.

El diario El Independiente informa que la cotización del libro de Luisgé Martín se ha disparado en unas semanas. A raíz del revuelo mediático que se ha creado, su precio en el mercado negro se ha multiplicado por 42. Existen pocos ejemplares del libro en circulación, pero los pocos que hay, se pagan a precio de oro. En Wallapop hay quien vende un libro de “El odio” por 769 €. Eso sí, gastos de envío incluidos.

Luis Alfredo González Pico opina que “El odio” ya es un Best Seller en potencia. “Recordemos” – añade – “que no hay nada más atractivo para el público que lo prohibido.” Cuando te prohíben tener algo, más despierta tus ansias de adquirirlo.

Javier Quirce piensa que la prohibición puede generar un efecto rebote. Convertirse en una poderosa herramienta de marketing. Como parece que está pasando. Con todo lo que se ha hablado del libro, si al final se consigue poner a la venta, habrá cola para comprarlo.

Mientras, Encarna Pérez, confía en el buen juicio de los lectores. “Quiero pensar que vivimos en una sociedad sana y que la gente dirá NO al consumo de libros de este tipo.”

Esté justificada o no la prohibición de la distribución del libro, lo cierto es que crea un peligroso precedente. Abre las puertas a que los gobiernos prohíban aquellos libros que les incomoden. Algo, que como señala Luis Alfredo González Pico, desde Colombia, sucede en algunas partes del mundo con más frecuencia de lo que pensamos.

Con este artículo no he querido fijar ninguna posición. No era mi objetivo. Solo he querido abrir un debate, que considero que es sano que se dé entre los escritores, los lectores y los editores, sobre qué se puede publicar y qué no, y sobre los posibles límites de la sacrosanta libertad de creación y de expresión.


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4 comentarios
Cabrónidas

Hola. Yo lo tengo muy claro: se debe poder publicar todo. Ahora bien, después de su publicación y de su exposición en formato físico y digital para su venta, el pueblo debería demostrar su catadura moral, y que nadie comprara ni descargara un puto ejemplar. Es decir: cero ventas. Evidentemente es utópico. Los humanos somos material defectuoso e irreparable, y el libro, de poder venderse (que no estoy al tanto), será todo un éxito.

Luis J. de la Torre

Gracias, Cabronidas. Desgraciadamente eso va a ser así. Le han dado tanta publicidad al libro que al final se venderá como churros.

Federico

Como he comentado en otro foro, no se debe prohibir pero se puede limitar como se hace por ejemplo como con la pornografía. Saludos

Luis J. de la Torre

Gracias Fecerico. Me parece muy util tu observación. Un saludo.

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