Hoy martes, 27 de mayo del 2025, el ministro de economía, Carlos Cuerpo, debe pronunciarse sobre si da su respaldo a la OPA hostil que el BBVA ha lanzado para comprar el Banco de Sabadell o lo remite al Consejo de Ministros para endurecer las condiciones. En este artículo vamos a estudiar el trasfondo de la operación y, sobre todo, que va a significar para los ciudadanos de a pié.
Para empezar, el Banco de Sabadell no es ese pequeño banco catalán que apoya a las Pymes, como nos quiere presentar la publicidad. Se trata del cuarto banco de España en volumen de negocio internacional, con una presencia importante en EE.UU. y Reino Unido.
Si el BBVA consigue absorber el Banco de Sabadell, pasa a convertirse en el banco más grande de España, por delante del Banco de Santander. Estamos, por tanto, ante una lucha de titanes en la cabeza de la oligarquía española.
En definitiva, lo que está en juego es quien dirige el sistema financiero español, y por extensión, la economía del país.
Si el gobierno respalda la OPA, se posiciona claramente del lado del BBVA, mientras que si se opone, se coloca junto al Banco de Santander. En la decisión del gobierno sobre este asunto no interfiere ni el apoyo a los trabajadores de la banca, ni el respaldo a las Pymes, ni la protección a los consumidores, ni ninguno de los argumentos que se han estado esgrimiendo estos días.
Desde los años 80, el sistema financiero español ha evolucionado hacia la concentración de capital. Hacia la monopolización. Una dinámica que no se va a frenar, ni aunque la OPA no salga a delante. La pugna que está en juego es quien dirige esa concentración. Si la familia botín, o los banqueros de Neguri.
El banco que creció fagocitando bancos.
En 145 años de existencia, el Banco de Sabadell pasó de ser un banco local a convertirse en una multinacional financiera fagocitando bancos en situación crítica.
El Banco de Sabadell nace en esta ciudad catalana en 1881 con la intención de facilitar el crédito al desarrollo de la industria textil del Vallès. En 1907, el banco liquida sus negocios industriales y se centra en exclusiva en el sector financiero.
En 1965 abre su primera sucursal en Madrid. Con ese movimiento deja claro que es un banco de ámbito nacional, no pretende ser un banco comarcal, ni regional. En 1978 inaugura una oficina en la city de Londres. Manifiesta que tiene ambición internacional.
Gracias a sus contactos en el Reino Unido, en 1996 se hace con la sección española del Natwest. Un banco escocés que abrió sucursales en España en 1992 y no llegaron a cuajar.
El siglo XXI abre una dinámica de crecimiento exponencial para el Banco de Sabadell. En el 2001 se hace con el 98,9% de las acciones del Banco Herrero y entra en el IBEX 35. Un año más tarde compra el Banco Atlántico, uno de los cascotes financieros del holding Rumasa, de Ruíz Mateos.
En el 2006, adquiere el Banco Urquijo, uno de los bancos históricos españoles. Supone la entrada del Banco de Sabadell en el club selecto de la oligarquía española.
En el 2007 adquiere dos bancos en Florida (EE.UU.), el TransAtlantic Bank y el Mellon United National Bank.
El último gobierno de Rodríguez Zapatero y los gobiernos de Mariano Rajoy fueron especialmente fructíferos para el Banco de Sabadell. En el 2010 lanza una OPA al Banco Guipuzcoano que cuenta con el respaldo del gobierno socialista.
En el 2011, Rajoy entrega al Banco de Santander la CAM (Cajas de Ahorros del Mediterráneo) después de ser saneada con dinero público. En el 2012 hace lo propio con el Banco Gallego.
En el 2013 adquiere el volumen de negocio del banco inglés Lloyds en España y en Miami. Un banco seriamente dañado por la crisis del 2008.
El Banco de Sabadell fue uno de los grandes beneficiados en nuestro país de la crisis financiera de principios de siglo. Hoy, al parecer, se dispone a beber de su propia medicina.
¿En que nos va a afectar la OPA al Banco de Sabadell?
Si la OPA sale adelante, en un primer momento, no nos va a afectar en nada a ninguno de nosotros, a los ciudadanos normales y corrienes. Ni tan siquiera a los clientes del banco de Sabadell.
Como ya ha pasado con la absorción de Bankia por parte de la Caixa, o cuando al Banco de Sabadell le regalaron la CAM, los depósitos y productos financieros del banco asimilado se mantendrán más o menos en las mismas condiciones.
La OPA no va a afectar a la pérdida de puestos de trabajo en la banca, como advierten los sindicatos. Con el auge de la banca online, todos los bancos están cerrando oficinas con OPA y sin OPA.
La tendencia es convertir las sucursales bancarias en despachos de venta de productos financieros en lugar de oficinas de gestión de trámites. Ahora no vas al banco a pagar el recibo de la luz que ha sido devuelto, sino a contratar un fondo de pensiones. Para eso preparan a los actuales trabajadores de banca.
El problema de la OPA lo vamos a notar a posteriori. El resultado de esta y otras operaciones financieras que vamos a presenciar en los próximos años es el de una banca cada vez más fuerte, más concentrada y con más impunidad.
Esto le dará más poder a los bancos para imponer sus condiciones a sus clientes y al conjunto de la sociedad. Porque no nos olvidemos, España es un país fuertemente bancarizado. La mayor parte del dinero que se mueve en este país pasa por la mano de los bancos. Gran parte de nuestras propiedades están bajo su poder de decisión, bien porque nos han financiado para poder adquirirlas o porque sirven de aval a otro créditos.
Como diría Trump, la OPA hostil al Banco de Sabadell no es nuestra guerra, pero estamos en medio del fuego cruzado.
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